viernes, 4 de julio de 2008

Sincronicidades. Apología y refutación


Tomado del artículo de Lamberto García del Cid

Primera parte


I - Apología

En la explicación de las coincidencias hay mucho
de pereza e impotencia, y responde a un miedo instintivo
de que se ponga en peligro un dogma científico.

(Charles Fort)

Carl G. Jung y el premio Nobel de física Wolfgang Pauli colaboraron en el desarrollo de una teoría de las coincidencias que bautizaron con el nombre de "Sincronicidades". A Pauli le atraía el asunto porque él mismo se sentía perseguido por singulares coincidencias, sucesos que sus colegas, malignamente, denominaban "efecto Pauli". Pauli, físico más bien teórico que experimental, pasaba poco tiempo en laboratorios, pero cuando lo hacía, acontecían inexplicables roturas de aparatos o imprevistas averías de instrumentos. Estos sucesos ocurrían con mayor frecuencia de lo que la mera casualidad podía explicar. Ni siquiera tenía que suceder el incidente junto a él, bastaba con que estuviera presente a diez o veinte metros. Jung y Pauli concluyeron que existían dos clases de principios de conexión en la naturaleza. El primero era la causalidad ordinaria, lo que la ciencia normalmente estudia. Esta causalidad se estructura de forma lineal: si A causa B, entonces para que se dé B, debe ocurrir primero A. El otro principio de conexión era el acausal. Este principio fue denominado por Jung y Pauli "sincronicidad" porque asumieron que, contrariamente al principio de causalidad, los acontecimientos acausales se estructuraban en el espacio y no necesitaban para relacionarse el concurso del tiempo. O lo que es lo mismo: la sincronicidad admite que dos hechos se relacionen simultáneamente. Su lógica, si de lógica puede hablarse, es la lógica de la psique profunda, la lógica que sólo se halla en los sueños y en los mitos.

· Cierto día, en Zurich, analizando Jung con una paciente un sueño de ésta última, y que se relacionaba con el regalo de un escarabajo de oro, algo golpeó en la ventana de su gabinete. Jung fue a ver qué era y al abrir la ventana penetró en el cuarto un escarabajo, un scarabeide cetonia aurata, lo más próximo a un escarabajo de oro que puede encontrarse en nuestras latitudes, especie emparentada con el mítico escarabajo de oro egipcio motivo de los sueños de su paciente y objeto de las actuales reflexiones del psicólogo.

· En Enero 1996 el que esto escribe (o sea, yo) se hallaba en el Barbican Center de Londres. Buscaba en una tienda de souvenirs un regalo para una amiga. Tropecé con un calendario con soporte para mesa que, sobre los días de cada mes, exhibía reproducciones de obras del pintor austriaco Gustav Klimt. Me gustó. Miré algo más, pero al final me decidí por el calendario. Con mi calendario de Klimt en el bolsillo, y mi mujer y mi suegra a los flancos, me dirigí al centro de la gran urbe. Cerca de los famosos almacenes Harrods buscamos un sitio para comer y elegimos un restaurante pequeño a cuyo comedor se accedía subiendo dos tramos de escaleras. El pequeño refectorio en el que nos acomodaron tenía decoradas las paredes con litografías de Gustav Klimt.

· Cierta noche Jung soñó que la cama de su mujer era una fosa profunda con muros tapiados. Era una tumba y recordaba algo antiguo. Entonces oyó un hondo suspiro, como cuando alguien expira. Una figura que se parecía a su mujer se incorporó de la tumba y surcó los aires. Llevaba una túnica blanca en la que había bordados extraños signos negros. Se despertó, despertó a su mujer y miró la hora. Eran las tres de la madrugada. A las siete de la mañana les llegó la noticia de que una prima de su mujer había muerto a las tres de la madrugada.

· Cuando Norman Mailer comenzó su novela Barbary Shore no había en ella ningún espía ruso. Al progresar la novela un espía ruso aparece, desempeñando un papel secundario. A medida que avanzaba la obra, el espía fue ganando cuerpo hasta convertirse en el protagonista principal. Acabada la novela, el Servicio de Inmigración de los EE.UU. arrestó a un hombre que vivía en el piso de abajo de Norman Mailer. Se trataba del coronel Rudolf Abel, el espía ruso más importante de aquel tiempo en Norteamérica.

· Cuando el poeta Hart Crane residía en Brooklyn Heights, sintió irresistibles deseos de escribir un poema sobre el puente de Brooklyn, que podía ver desde su ventana. Es el poema por el que es recordado principalmente. Sólo un año más tarde descubrió Crane que la dirección donde residía al componerlo, fue donde vivió Washington Roebling, ingeniero jefe en la construcción del puente.

¡Continúa... !!

9 comentarios:

SUAVE CARICIA dijo...

quiero leer la continuación por que el tema y las coincidencias me parecieron increíble, por decir lo menos

pasaba a dejarte mis suaves caricias y
un
gran abrazo

Catalina Zentner Levin dijo...

Hay misterios que resisten todo tipo de análisis.
Bienvenidos quienes aportan esta clase de información.
Abrazos,

Anónimo dijo...

He quedado anonadada con este fabuloso texto. y ¿Sabes? No creo en la casualidad, sino en la causalidad.
Besitos bonita♥♥♥

Basquiat dijo...

este es un tema que me interesa y te diré porque, con mi hermano hemos reconocido una ley a la que hemos denominado "la ley tonta" o simplemente "La ley" a la cual le atribuimos una implacabilidad irrefutable, consiste mas o menos en:
ver una pelicula, oir una cacion, ver un cuadro, un letrero, oir una noticia, o hacer algo que no sea muy comun o experimentarlo por primera vez y algun tiempo después que puede ser en cuestion de minutos), tenemos noticia, se nos aparece, algo que se relaciona directamente con este hecho, pelicula, cancion, letrero, pintura, nombre, etc.
es realmente alucinante, le hemos buscado diversas explicaciones, sin éxito y nos hemos simplemente conformado a continuar sujetos a sus designios, sin por ahora darle algun sentido a está ley que no le hayamos además en absoluto ningún fin practico (de ahi el nombre que le hemos puesto: ley tonta, o con un término peor a veces), así que natasha, espero seguir leyendo esto a ver si me brindas alguna luz.
un besote

BETTINA PERRONI dijo...

La mayor de las coincidencias que he tenido el día de hoy es que he soñado contigo y he venido a verte ;)... curioso verdad?.

Sabes?, dicen que las matemáticas lo explican todo... y este post tuyo desde la perspectiva científica me lo confirma. Me encnata este perfil de tu blog.

Te dejo un abrazo para hoy, mañana y hasta que regrese ;)

Natasha dijo...

Querido Basquiat Muchas gracias por tu comentario... ¿el porqué o cómo? no lo sé... pero lo que sí sé es´que se trata de estar en fase con los campos de energias y las ondas provenientes de lo profundo del universo. Un cruce de trayectoria de dos o más momentos angulares en el espacio-tiempo actúan en sincronía

Besines

Natasha dijo...

Muchisimas gracias por sus opiniones mis queridos amigos y amigas...

Oye Bettina me has dejado sorprendida, o más bien perpleja... jejeje hace 12 horas leía sobre numerología aplicada a la Kabbalah

veniste como si supieras...

Besines para ti

MAR dijo...

QUE INTERESANTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
CONTINUARA
BESOS PARA TI.
MAR

Natasha dijo...

...Qué casualidad Mar, anoche estuve pensando en ti, te extrañaba y hoy que sorpresa, de pronto te tengo aquí... waooo que sincronicidad, sabes creo que inconscientemente te esperaba... jejeje Gracias Mar